Debod es el más grande de los cuatro templos que Egipto donó a los países que ayudaron a salvar los santuarios de Nubia de las aguas del Nilo. La construcción de la presa de Asuán, en los años 60, provocó que el cauce del río y del lago Nasser aumentase notablemente. Como consecuencia, muchos de los templos que yacían desde la antigüedad en su ribera tuvieron que ser trasladados hacia el interior.
En total, más de 22 templos se vieron afectados por lo que, el 8 de marzo de 1960, la Unesco hizo un llamamiento para que todas las naciones cooperasen para salvar las reliquias nubias.
Imagen del Templo de Debod en Madrid
Las operaciones del rescate se basaron en trasladar los santuarios a unos metros de su emplazamiento original. Este fue el caso del afamado Templo de Abu Simbel, la obra de Ramsés II que fue llevada a un terreno más elevado y cuya reconstrucción se prolongó durante seis años. Debod también fue uno de los monumentos en peligro, aunque nunca volvería a exponerse en el país de los faraones. Gracias a su generosidad, Egipto decidió regalárselo a España en 1968.
Fundado originariamente en la Baja Nubia por el rey Adijalamani de Meroe en el siglo II a.C, este templo consagrado al dios Amón, padre de todos los vientos, y a Isis de File, diosa de la maternidad, llegó a Madrid repartido en más de 1.300 cajas. El lugar escogido para montar este puzzle histórico fue el terreno que ocupó en su día el antiguo Cuartel de la Montaña de Príncipe Pío, desaparecido durante la Guerra Civil. Su reconstrucción llevó poco más de dos años, por lo que en 1972 la capital de España asistía a la inauguración de una de las joyas egipcias más valiosas fuera de Egipto.
Debod no fue el único monumento donado por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. La labor de recuperación llevada a cabo por Estados Unidos también hizo que fuera agasajado con Dendur, que actualmente se puede visitar en el Metropolitan Museum. También Italia, que recibió Ellesiya, expuesto en el Museo Egipcio de Turín, o los Países Bajos, quienes obtuvieron Taffa y que permanece visible en el Museo de Antigüedades de Leiden. De lo que sí es único es de estar al aire libre, lo que ha provocado su desgaste con el paso del tiempo y su exposición a actos vandálicos.
Visita virtual al Templo de Debod
El Templo de Debod, joya de Egipto en Madrid
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